La mayoría de las personas pensamos que uno de los lugares más seguros donde podemos estar es en nuestras casas. Y esto lo ha reafirmado los recientes períodos de confinamiento que hemos experimentado con la pandemia del COVID-19. Pero, cuando hemos vuelto a tener la posibilidad de salir a la calle, algunos hemos tenido sensaciones de inseguridad y un cierto pánico a salir de nuestros refugios. Estos son algunos de los síntomas del síndrome de la cabaña, y si lo experimentas, presta atención porque podemos darte algunas claves para que puedas superarlo.
¿Qué es el síndrome de la cabaña?
El síndrome de la cabaña es el conjunto de síntomas que experimenta una persona cuando después de estar durante largo tiempo encerrada en un sitio, vuelve a tener la oportunidad de salir al exterior.
El origen etimológico de esta palabra se remonta a principios del siglo XX, cuando los buscadores de oro y cazadores en Estados Unidos pasaban mucho tiempo encerrados en sus cabañas y ese aislamiento les provocaba una cierta desconfianza, traducida en ansiedad y miedo, hacia el mundo exterior y evitaban tener contacto con la civilización.
¿Cuáles son sus síntomas?
Sí, existe el síndrome de la cabaña, aunque no hayas oído hablar de él, y en cada persona puede manifestarse de diferentes formas. Estos son los síntomas que se han detectado:
- Uso inadecuado de fármacos, incremento del tabaco o del alcohol, o trastornos en la alimentación.
- Alteraciones del sueño como insomnio, sensaciones de letargo o cansancio, o siestas excesivamente largas.
- Déficit de memoria o dificultad para concentrarse.
- Nerviosismo, taquicardia, desasosiego, y en casos extremos: pánico.
- Apatía en general, inseguridad, frustración o tristeza.
- Exceso de limpieza.
- Miedo a salir de casa.
¿Cómo superar el síndrome de la cabaña?
Si te sientes identificado con todo lo que estamos diciendo, sobre todo no te alarmes, ya que, siguiendo algunos consejos, y sobre todo queriendo salir de ello, puede superarse fácilmente. Estas son algunas de las recomendaciones de los expertos que pueden seguirse:
- Hay que darse tiempo para gestionar la situación.
- Aceptar que se siente miedo, porque para solucionarlo, primero hay que ser consciente de que se padece.
- No caer en el negativismo, asumir pensamientos positivos.
- Elegir personas y situaciones que aporten sentimientos de tranquilidad.
- Refutar los pensamientos irracionales.
- Establecer nuevos objetivos y rutinas.
- Manifestar en alto las sensaciones que se tengan, que no se queden dentro.
- Salir poco a poco, se debe abandonar el refugio paulatinamente. Por ejemplo, primero salir a la terraza, después al jardín si se tiene. A continuación, a comprar el pan en la tienda de abajo de casa…
- Gestionar la rabia, en muchos casos se experimenta enfado con la gente que se expone voluntariamente.
- Y, sobre todo, comunicarse. Mantener una conversación con los seres queridos es la mejor terapia que puede haber y, además, rompe el aislamiento con el mundo exterior. Es el primer paso para solucionar el problema.
Así que ya sabes, si sientes o conoces a alguien con los síntomas anteriormente descritos, es que posiblemente padezca el síndrome de la cabaña. Lo mejor de todo es que ya sabes cómo superarlo o ayudar a quien lo necesite.