La intolerancia a la fructosa

By 19 de julio de 2021 septiembre 14th, 2021 Salud

 

La fructosa es un monosacárido presente en la mayoría de las frutas, de ahí su nombre, pero también en otros alimentos. Junto con la glucosa, forma la molécula de sacarosa o azúcar de mesa. Además, hay compuestos como el sorbitol que son convertidos a fructosa en nuestro organismo durante el proceso de digestión.

Algunas personas sufren de intolerancia a la fructosa, como verás una molécula difícil de evitar a priori. ¿Cómo deben alimentarse, una vez eliminados los alimentos con fructosa en proporciones significativas, para estar bien nutridos? ¿Existe la alergia a la fructosa?

Síntomas de la intolerancia a la fructosa

La intolerancia a la fructosa suele deberse a un déficit enzimático que hace que un porcentaje mayor o menor de la fructosa ingerida no sea asimilada en el intestino. Allí es alimento de la microbiota y, como resultado se producen gases y aparecen los demás síntomas:

  • Diarreas, retortijones abdominales y borborigmos.
  • Carencias nutricionales debidas a los problemas en el intestino cuando no se diagnostica el problema y se adopta una dieta adecuada.
    En la mayoría de los casos de intolerancia a la fructosa, existe cierta tolerancia a este componente, es decir, la cocina sin fructosa suele contener pequeñas cantidades de fructosa o de xilitol, que no llegan a desencadenar los síntomas de la intolerancia a la fructosa salvo en casos muy severos.

¿Y qué se puede decir de la alergia a la fructosa? Las alergias alimentarias se deben a una respuesta del sistema inmunológico inducida por proteínas o macromoléculas que contengan una parte proteica, también en ocasiones por ciertos iones metálicos.

Las alergias alimentarias pueden causar la muerte de quien las sufre (o no, depende del tipo de alergia) y suelen producirse con cantidades mínimas, llamadas trazas. No existe, por suerte, la alergia a la fructosa, así como tampoco existe la alergia a la lactosa. Aunque puedes sufrir intolerancia a la fructosa y, a la vez, ser alérgico a algún alimento que contenga fructosa, por ejemplo, las fresas. Son procesos diferentes.

Alimentos ricos en fructosa

Existen alimentos como el jarabe de maíz de alta fructosa que una persona con intolerancia ha de desterrar de su dieta. Si es tu caso, también debes decir que no, en principio a todo tipo de postres y galletas industriales y tener cuidado con los productos aptos para diabéticos y con las bebidas alcohólicas.

Sin embargo, también hay frutas con bajo contenido en fructosa y en xilitol, como son la piña, el aguacate, las moras ¡o el plátano! Estos alimentos pueden formar parte de tu dieta sin fructosa si los ingieres en pequeñas cantidades y tras ir haciendo una prueba casera de tolerancia. Por ejemplo, tal vez puedas comer un plátano pequeño al día si el resto de alimentos no contienen apenas fructosa, pero no dos y otra persona tolere bien dos unidades.

¿Cómo proceder ante una reacción alérgica?

Ante una reacción alérgica no diagnosticada debes acudir al médico. Si aparecen ronchas, hinchazón o dificultad para respirar, al servicio de urgencias (y llama a una ambulancia en el último caso).

Cuando existe una alergia alimentaria puede suceder que se toleren trazas, es decir, cantidades ínfimas o no. Al margen del umbral que desencadena la reacción alérgica, debes conocer el tipo de alergia que sufres. Puedes necesitar estar unos días a dieta blanda, tomar antihistamínicos o recibir una inyección de medicamentos más potentes. En cualquier caso, con las alergias no se juega porque tienden a ir aumentando en intensidad a medida que vas repitiendo la exposición al alérgeno.

Por ello es tan importante que, si sospechas que sufres de una intolerancia o una alergia alimentaria, lo confirmes o desmientas con pruebas médicas. Unas las realiza el especialista del aparato digestivo y otras son parte del trabajo del alergólogo.

Si cuentas con un seguro privado de salud, puedes obtener el diagnóstico mucho antes que en la sanidad pública, y pasar a adoptar la dieta indicada para tus necesidades. También necesitas que tus médicos te expliquen si puedes compensar los nutrientes que dejas de ingerir con tu dieta con otros alimentos o si precisas tomar suplementos. Cuando hay intolerancia a la fructosa suele ser habitual tomar un suplemento de vitamina C.

 

La intolerancia a la fructosa no es letal, pero sí muy molesta, pudiendo ser motivo de carencias nutricionales. No se trata de una alergia aunque requiere de una dieta pobre en alimentos con fructosa, glucosa, xilitol o alcohol. El diagnóstico temprano te aporta calidad de vida y te permite comenzar a disfrutar de la cocina sin fructosa. Te sorprenderá lo versátiles que pueden llegar a ser tus platos si los preparas en casa, seleccionando los ingredientes.