La revisión ginecológica es un examen al que se deben someter las mujeres desde la edad en que comienzan a tener relaciones sexuales o incluso antes, si se detecta alguna anomalía en la menstruación o desequilibrios hormonales.
El hecho de que la revisión ginecológica completa arroje que no hay motivos de preocupación un año tras otro no debe hacerte espaciar tus citas, pues en ellas se pueden detectar enfermedades tratables en los estadios tempranos y graves en otros casos, como son los tumores malignos de ovarios o de cuello uterino. Pero se evalúan más cosas en la exploración ginecológica completa.
¿Por qué son tan importantes las revisiones ginecológicas?
Sirven para detectar, y tratar cuando es posible, enfermedades venéreas y para hacer un seguimiento y control de un embarazo. También permiten estudiar problemas de fertilidad. Estos son los motivos por los que las mujeres de hace unas décadas creían que eran lo suficientemente importantes como para acudir a un ginecólogo. ¡Qué equivocadas estaban!
Las alteraciones en el ciclo menstrual pueden no tener importancia o ser un aviso de problemas como miomas u ovario poliquístico.
Los miomas son tumoraciones benignas que producen hemorragias si aparecen en zonas sangrantes y causan profundas anemias. La solución quirúrgica suele permitir a la mujer preservar el útero y, en todo caso, conservar sus ovarios. Pero un 5 % de estos miomas sangrantes son en realidad tumores cancerosos, por lo que tras la cirugía se mandan siempre a analizar. La diferencia en estos casos entre un diagnóstico rápido y uno tardío es vital para que el pronóstico sea favorable.
Las mujeres también deben acudir a su visita ginecológica una vez han entrado en la menopausia. Sí, continúan existiendo peligros que conviene detectar cuanto antes.
En el periodo perimenopáusico, el ginecólogo suele llevar a cabo un seguimiento del nivel de estrógenos y valora la conveniencia o no del uso de terapia hormonal sustitutoria. En caso de que el profesional aconseje esta terapia, las revisiones deben ser igual de frecuentes que en edad fértil (al menos una visita por año).
Por último, aunque la sanidad pública realiza el seguimiento de las patologías mamarias por separado de la consulta de ginecología, el especialista encargado de estos temas es el mismo. Si tienes contratado un seguro médico puedes someterte a la exploración completa vaginal y de mamas y complementarla con una ecografía transvaginal, una prueba que no siempre se indica para las revisiones rutinarias en la sanidad pública y detecta quistes de pocos milímetros, que pasan desapercibidos en los exámenes rutinarios.
¿En qué consiste una revisión ginecológica?
- Se comienza con una breve entrevista en la que se habla de los ciclos menstruales, la cantidad de flujo y si ha habido variaciones o no en la pauta. Si las menstruaciones son irregulares o muy dolorosas, se procede a buscar el origen.
- A continuación el ginecólogo realiza un examen visual de la vulva, es decir, de la parte externa de los genitales femeninos, en busca de alteraciones en la piel o en las mucosas que pueden delatar una infección por herpes u otras enfermedades, algunas venéreas y otras no.
- Se pasa entonces al tacto vaginal y a la inspección del cuello uterino con el uso de un espéculo.
- A continuación se suele realizar la ecografía transvaginal.
- Es importante realizar la toma de muestras de células del cuello uterino, la famosa prueba de la Papanicolau. Esta prueba, que se debe repetir anualmente, salva millones de vidas.
- Tradicionalmente, tras el examen ginecológico se procede a la exploración mamaria por parte del médico, complemento de la autoexploración que debes realizar una vez al mes.
¿Con qué frecuencia es recomendable hacerse un examen ginecológico?
Si hablamos de cuidar la salud y detectar enfermedades serias a tiempo, deberías acudir a tu visita ginecológica al menos una vez al año. También debes hacerlo ante cualquier alteración como un periodo que se salta, un sangrado entre dos ciclos o un seno que duele pese a que no notes en él bulto alguno.
Las mujeres que han sido diagnosticadas con lesiones cancerosas o precancerosas en los senos, el útero o los ovarios necesitarán estar un periodo de tiempo realizando revisiones más frecuentes, una vez hayan terminado el tratamiento indicado. De esta manera se detectan posibles recidivas a tiempo.
El examen ginecológico es un conjunto de pruebas que salvan muchas vidas. Las largas listas de espera de la sanidad pública están haciendo que no se lleven a cabo siempre con la frecuencia mínima indicada, por lo que si eso sucede en la localidad donde vives, valora la posibilidad de contratar un seguro médico o de acudir tú misma a una consulta particular.
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