Si has probado varias dietas y te sientes estacando o con falta de motivación, te habrás hecho la pregunta: ¿la dieta cetogénica qué es? Se la conoce también como dieta keto por su traducción del inglés: ketogenic diet. Ha arrasado entre personas que buscan bajar de peso y deportistas, aunque fue diseñada para un uso terapéutico.
Antes de comenzar un nuevo régimen alimenticio conviene informarse bien sobre su funcionamiento, su propósito y sus posibles contraindicaciones. Sigue leyendo porque te contamos más sobre los alimentos de la dieta cetogénica, qué tipos hay o cuáles son sus beneficios.
Dieta cetogénica: ¿Qué es?
La dieta cetogénica es la que propone un consumo bajo de hidratos de carbono, moderado de proteínas y alto de grasas. En concreto, el 75% del aporte calórico lo constituyen lípidos, el 20 % corresponde a proteínas y solo el 5 % son glúcidos o hidratos de carbono, provenientes principalmente de verduras.
En una dieta normal, el combustible principal de las células son hidratos de carbono, cuyo consumo ascienden al 45-65 % de calorías diarias. Sin embargo, dado que en la dieta cetogénica se reducen los hidratos de carbono, este combustible desaparece y el metabolismo cambia su ruta para asegurarse la energía. Pasa así a utilizar las grasas, provocando la pérdida de peso.
Tipos de dietas cetogénicas
Según lo visto hasta ahora, la dieta cetogénica reduce el aporte de hidratos para que el hígado recurra a los ácidos grasos del tejido adiposo, generando cuerpos cetónicos (residuos de grasa) que proporcionarán la energía necesaria.
Con este objetivo en mente, las formas de configurar la dieta han variado dando lugar a diferentes tipos:
- Estricta. Se ciñe 100 % a los dictámenes de la dieta.
- Sucia. Siempre que se mantenga un nivel bajo de consumo de carbohidratos, se puede comer cualquier alimento. No es muy recomendable porque no cuestiona la fuente de la que proceden los nutrientes consumidos.
- Perezosa. Es más permisiva, pues solo reduce el consumo de carbohidratos sin preocuparse por nada más. No tiene en cuenta las grasas o las proteínas.
- Carnívora. El consumo de frutas y vegetales es nulo.
- Vegetariana. Las grasas y proteínas que se consumen proceden de derivados lácteos o son de origen vegetal.
Alimentos permitidos y prohibidos en la dieta cetogénica
Como en otros regímenes alimenticios, en la dieta cetogénica los alimentos están muy medidos. Recuerda que lo que más se consumen son grasas y lo que menos carbohidratos, mientras que de proteínas se debe por un consumo moderado.
Así pues, entre los alimentos permitidos en la dieta cetogénica están los que tienen un alto contenido en grasas de origen animal y vegetal: carnes, pescados, huevos, mariscos, leche y derivados lácteos, aceite de oliva, frutos secos y semillas, etc. Debe tratarse de grasas cardiosaludables, nada de embutidos o similares.
Considerando el 5 %, el menú de la dieta cetógenica eliminará los alimentos ricos en hidratos en carbono. Por lo tanto, estarán prohibidos los cereales y derivados, las legumbres, la mayoría de las frutas y verduras, las patatas y el arroz. Solo se permiten aquellos vegetales ricos en grasas, como el aguacate, el coco o las aceitunas, además de verduras como los canónigos, el brócoli o la col.
¿Cuáles son sus beneficios para la salud?
Hay una encendida discusión acerca de los beneficios de la dieta cetogénica. Por lo general, no se considera equilibrada, lo que no significa que no tenga beneficios. Hay estudios que indican que la dieta puede reducilos niveles de colesterol malo y aumentar los del bueno, pero otros informes indican justo lo contrario.
Lo que sí está claro es que es muy útil para quemar grasa, y ayuda especialmente a las personas que quieren bajar de peso y aumentar la masa muscular. Para alguien que está estancado en su dieta o a quien le está costando dejar los ultraprocesados detrás, puede resultar muy útil por su efecto saciante. Hay alimentos poco recomendables que con esta dieta dejarán de apetecer.
En definitiva, la dieta cetogénica propone una reducción drástica de los hidratos de carbono en favor de un alto consumo en grasas saludables. Se trata de forzar al cuerpo a un cambio de ruta metabólica que tire de las reservas de grasa para obtener energía, generando así la pérdida de peso.
